miércoles, 25 de enero de 2012

Descalzarse en casa, una necesidad

Una de las costumbres que más le llama la atención a un español al llegar a Suecia es la de descalzarse al entrar a cualquier vivienda. Da igual que sea tu casa y vuelvas del supermercado, que vayas a ver una peli a casa de un amigo, o que vayas a una fiesta a casa de un conocido. Al entrar, tendrás que quitarte los zapatos y dejarlos en la entrada, y mientras permanezcas en el interior de la vivienda tendrás que ir en calcetines.

¿Por qué es de buena educación descalzarse al entrar a cualquier vivienda?
Si te mudas a Suecia en verano esta medida te parecerá extraña, pero si lo haces en invierno le verás el sentido al instante: nos guste o no, las suelas de los zapatos cogen mierda por un tubo. Y cuando digo mierda, lo digo hasta literalmente: barro, polvo, tierra, gérmenes, chicles, cacas de perro… todo eso convierte a las suelas de los zapatos en algo de lo más antihigiénico. Sólo por cuestiones de higiene ya debería ser de sentido común descalzarse al entrar a una vivienda tanto en Suecia como en España. Pero además los suecos tienen un enemigo más al que combatir: el invierno.

En Suecia salir a la calle en invierno conlleva jugarse la vida entre placas de hielo y montones de nieve, con el consiguiente riesgo para la salud. Además de eso, siempre terminarás con los zapatos calados por hielo, agua, nieve o lo que sea. Obviamente, cuando vuelves a casa tienes las suelas caladas de algo que a simple vista es agua, pero que en realidad es agua muy sucia. Si no te descalzases al entrar a tu casa a los pocos minutos el parquet se convertiría en una ciénaga. Las inclemencias del tiempo hacen de descalzarse una necesidad: si no te quitas los zapatos dejarás el suelo hecho unos zorros. Imagina cómo se quedaría el suelo de una vivienda si celebras una fiesta en tu casa y nadie se descalza. A la mañana siguiente se te caería el alma a los pies porque algunas manchas no saldrían ni fregando; en cambio si la gente se descalza con barrer o pasar la aspiradora tendrás suficiente.

Es verdad que al principio la costumbre de descalzarse le resulta chocante a cualquier español, sobre todo por el temor a que le huelan los pies o a que tenga agujeros en los calcetines. Pero no hay que olvidar que los calcetines se pueden remendar y que el olor de pies se puede tratar con productos que se compran en cualquier farmacia. En cambio, limpiar el parquet puede ser mucho más trabajoso (y caro).

Un efecto colateral de la costumbre de descalzarse
Como nota interesante, esta costumbre ha otorgado a los calcetines y a las medias una mayor importancia como complementos, situándolos a la altura de los relojes, las bufandas o los fulares. Los calcetines pasan a ser una parte visible del vestuario y como tal hay que conseguir que refleje quiénes somos. Los calcetines negros o azules oscuros están bien, pero en Suecia pueden dar la impresión de ser una persona aburrida. No es raro ver calcetines con colores más vivos y diseños más originales, que por supuesto vayan a juego con el resto de la vestimenta.

A la larga, descalzarse al llegar a casa se convierte en todo un descubrimiento. Cuando meditas sobre las ventajas y los inconvenientes de descalzarte nada más entrar en tu casa y usar un calzado distinto para moverte por tu vivienda te das cuenta de que descalzarse es mucho mejor. Tardas treinta segundos y a cambio tienes un suelo mucho más limpio, tienes los pies más descansados y te sientes más a gusto en tu propia casa.

2 comentarios:

  1. tambien se hace en Romania, Rusia, etc...
    aun recuerdo las broncas de mi madre cuando de crio entraba con los zapatos puestos, a veces pensaba que me va a matar jaja

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    1. Hola!

      Sí, supongo que es lo que tiene vivir en países donde caen nevadas de espanto... entrar con los zapatos puestos lo deja todo perdido! :)

      En Suecia desde luego cuando hace mal tiempo es de malísima educación no quitarse los zapatos cuando entras a una casa. Gracias a eso el parquet está impecable... porque si no con todas las fiestas que hay en casas y eso todos los tacones de las chicas devorarían el suelo.

      Un saludo y gracias por tu comentario!

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